Las dificultades de previsión que padecen las personas con autismo constituyen uno de los déficits más importantes a la hora de entender e intervenir ante conductas desconcertantes, sensación de desconexión, y en la presencia de estados de ansiedad, nerviosismo, e incluso problemas de conducta.
Además, estos sistemas de anticipación
están íntimamente relacionados con el sentido de la acción. Las personas
con autismo, incluso las más capaces, tienen dificultad para organizar
las secuencias de acción siguiendo un plan concreto.
De
ahí, la importancia de idear métodos que ayuden a anticipar el futuro,
ya que avisar verbalmente de los acontecimientos que van a ocurrir no
resulta útil para la mayoría de los niños con autismo.
Los pictogramas utilizados como sistema de anticipación son más efectivos si cumplen una serie de requisitos:
- Que los dibujos sean sencillos, esquemáticos, pero que se ajusten a la realidad; fácilmente descifrables, sin muchos elementos, pero que contengan aquellos representativos de la actividad.
- Describir el mayor número de detalles que sea posible.
- Escribir debajo-encima del dibujo lo representado. De esta forma se ofrece un tiempo extra deteniéndose en la viñeta, al tiempo que se ofrece la posibilidad de que comiencen a descifrar el lenguaje escrito, o al menos que se asocie un determinado rótulo con una actividad.
- Emplear determinadas señales específicas para ampliar la información gráfica (ver, subir, bajar, …)
Además
de la función de la previsión, con la realización de agendas se
pretende conseguir un objetivo a largo plazo: que los sujetos que han
recibido este tipo de tratamiento sean capaces de planificar sus propias
actividades, realizar sus propias agendas en función de sus
preferencias y de necesidades contextuales.
Las
agendas se realizan todos los días en el centro escolar y suele ser la
primera actividad después de tener una pequeña conversación de saludo.
Se dibujan en presencia del niño o niños, al mismo tiempo que se va
diciendo lo que se dibuja. Posteriormente, con niños no verbales, se
señala cada una de las viñetas y se rotula con gestos; a aquellos
sujetos que poseen lenguaje oral, aunque sea mínimo, se les pide que
lean lo que se ha representado, para comprobar su comprensión y
ayudarles cuando no lo entiendan.
A
lo largo del día, se consulta la agenda cuando se cambia de actividad,
si no se recuerda de memoria. Si en algún momento no da tiempo a
realizar alguna actividad, o es necesario cambiar de planes, se tacha el
pictograma y entre dos viñetas se puede dibujar la nueva actividad.
Finalmente, al terminar la jornada, o finalizar lo planificado en una
agenda, se vuelve a leer, intentando vincular el repaso a situaciones
comunicativas, como contarle a la familia lo que se ha hecho. (Extraído de Autismo diario )
Os dejo aquí algunos modelos ...
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